lunes, 20 de octubre de 2008

La red de escritoras feministas: nuestra historia

La raíz más fuerte de la franja está en el 8avo Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe en Costa Rica en 2003, espacio donde se formó la red de escritoras feministas. Esta red se ha mantenido como un espacio importante de comunicación para sus integrantes.



En el segundo Festival Internacional de Poesía en Granada, Nicaragua en 2005, algunas integrantes de la Red conocieron a Amanda Castro, poeta y “guerrillera literaria”hondureña y ella abrió un espacio de re-encuentro entre nosotras en Tegucigalpa, Honduras en la XV Conferencia de la Asociación Internacional de Literatura Femenina Hispánica. Ahí irrumpieron las escritoras personas y cuerpos entre las críticas literarias estudiosas de nuestras letras. A través de este esfuerzo conocimos a más escritoras y artistas de distintos países - de Honduras y de un grupo de escritoras cuba
nas algunas de la diáspora. La red se ha fortalecido a través de la comunicación electrónica y viajes individuales para vernos y proyectarnos, sobre todo en Centroamérica. Algunas integrantes de la red tuvimos la oportunidad de ir a la Feria del Libro del Palacio de Minería de la UNAM en la ciudad de México.

El contexto previo a la franja en Nicaragua

El año pasado en Nicaragua las artas (espacio de mujeres colaboradoras para acciones de arte feminista creado por una de las integrante de la red de escritoras feministas) hizo una intervención estilo performance-protesta en la procesión de "Entierro de la Intolerancia" llamada no toleraremos los entierros . El objetivo era llamar la atención de forma original y atractiva al público y a los medios de comunicación, frente a la situación de las mujeres en Nicaragua, y en específico a dos "entierros" el de la historia de Zoilamérica Narváez (hijastra del actual Presidente Daniel Ortega que le acusa de abuso sexual), y el de Yazmina Bojorge (una joven mujer que fue la primera a morirse después de la derogación del aborto terapéutico). Además de esto, se organizó un recital multimedia de "antipoesía" entre escritoras y poetas mujeres y hombres, especialmente jóvenes, como espacio alternativo y complementario al festival. Fue un lugar donde reunir otras voces fuera del tono un poco oficial y turístico que ha caracterizado el festival - las voces de feministas, poetas gay, teatro-poesía experimental, poesía de jóvenes, performance y poesía miskita.

Al igual que otra acción de las artas llamada la ahorcada que se hizo en el portón de la Asamblea Nacional el 26 de Octubre del 2006, la acción de arte en Granada tuvo un impacto limitado, pero importante. Sentó precedente en el festival, en dar un comentario directo a nivel social y político al evento a partir de una visión artística, desconstruyendo el simbolismo ceremonioso de la antigüedad del carruaje fúnebre usado por la procesión oficial y reconstruyendo un simbolismo desde las mujeres, montado en una carreta popular de uso cotidiano por las personas de escasos recursos. La identidad de las mujeres fue designada por las últimas letras del alfabeto Y y Z) y fueron envueltas en telas blancas con cuerdas azules como bandera nacional, con latas quemadas amarradas sobre sus órganos reproductoras y sexuales. La acción despertó una fuerte polémica en los medios de comunicación nacional y a pesar de algunos intento de censura despertó el interés de los medios de comunicación, el público local, nacional e internacional, además de otros/as escritoras/es participantes en el festival.

La idea de la franja este año era abrir un espacio político-cultural feminista abierto y autónoma desde donde reencontrarnos, hablar y denunciar a partir de voces propias, diversas, críticas y complejas. Usamos la creatividad como acto de libertad, refrescamiento y resistencia frente una globalización neocolonial y frente al cierre y la censura de los espacios políticos y culturales. A través de nuestras expresiones políticas-artísticas nos recreamos desconstruyendo elementos hegemónicos de la cultura patriarcal para declararnos visibles y presentes, recordar nuestra genealogía y construir lenguajes y simbologías propias. Esto incluye el rescate y promoción de todo lo que producimos como mujeres, el café orgánico, jaleas, rosquillas, artesanías diversas, fotografías, pinturas, y palabras.

La franja es un espacio construido desde nosotras mismas, a punto del entusiasmo, las ganas de juntarnos y la autonomía. Con esta iniciativa hemos recibido el apoyo solidario de amistades personales y políticas, mujeres y algunos hombres. No nos interesa crear un espacio institucional, sino confluir libremente para irrumpir, intercambiar y enriquecernos.

Lo que hicimos

Realizamos un total de ocho recitales ambulantes sin tarima y luces, solo con un parlante amplificador y un micrófono inalámbrico. Nos presentamos en diálogo con las mujeres y hombres, jóvenes, niñas y niños habitantes de Granada y otras personas que tenían interés. Abrimos espacios placer, recreación y arte en el parque central, el mercado municipal y la calle La Calzada. El jueves en la mañana tomamos el escenario de micrófono abierto del Festival Internacional de Poesía en grupo y con nuestro cartel.

En la feria de artesanía tuvimos un espacio para la exposición y venta de productos de mujeres: libros, artesanía, ropa y productos comestibles. Con este espacio establecimos un lugar de encuentro y referencia entre nosotras y con otras personas.

El miércoles fuimos a entrevistarnos en una revista televisiva en Canal 8, en el programa de Omar García en la Primerísima, y en Radio Universidad.

El jueves 14 de febrero en la mañana, decidimos tomar la tarima de micrófono abierto del Festival para leer nuestra poesía, denunciar el femicidio de estado y la censura. En la tarde hicimos la performance diseñada por las artas, llamada “Las que pesan en las palabras”, con un gigante atrapasueños combinado con zapatos usados de mujeres. Dos pares de zapatos estuvieron atrapados en la red y los otros se colgaron de las orillas. Los zapatos adentro representaban la lucha y las fantasías de las mujeres. Todos los zapa

tos del atrapasueños y los llevados por las mujeres del movimiento que venían atrás, representan las ausencias de las mujeres que han muerto por femicidios y por la prohibición total del aborto – muertes que podrían haber sido evitadas con políticas de estado en favor de las mujeres y con una disposición de erradicar las corrupción económica y política en los poderes del estado. Detrás del atrapasueños llevado por las escritoras venían tres de las nueve mujeres acusadas por haber colaborado con el padre de Rosita (niña de nueve años para quien ellas consiguieron un aborto terapéutico pese a la negación del estado de apoyarla) antes de saber que era el abusador de ella, y también acusadas de hacer “apología por un delito” debido a que defienden siempre el derecho al aborto. Estas mujeres llevaban una tela negr

a sobre la boca como símbolo de la mordaza que se les quiere imponer.

Nuestra performance salió de la plaza de la independencia y dio la vuelta de varias cuadras hasta juntarse a la “cola” de la procesión del festival titulado el “Entierro del Pesimismo”. Leímos los listados de nombres de mujeres muertas por femicidios y por la prohibición del aborto además de los nombres de las 9 mujeres perseguidas (ver anexos).

Leímos textos poéticos nuestros y de otras escritoras que no pudieron estar, además de dos textos de prosa, uno sobre el femicidio en Honduras y otro sobre la desilusión con los Presidentes ex-revolucionarios de Nicaragua y Chile. Llamó mucha la atención del público, recibimos aplausos, y nos tomaron fotos y filmaciones. Canal 2 filmó la lectura del listado de muertes del aborto frente al portón de la Catedral de Granada y nos entrevistó para el noticiero.

El viernes presentamos nuestra declaración pública de escritoras y artistas feministas en una conferencia de prensa en Managua y en Onda Local en Radio La Primerísima. Fue firmado por 47 escritoras y artistas de América Latina y el Caribe, Los Estados Unidos y de Canadá.

El Sábado cerramos con un último recital en el Parque Central y en la noche una fiesta de Mujeres en el Café Melba. El domingo hicimos un paseo de las isletas de Granada con las invitadas internacionales y el equipo organizativo.

Censura y otros limitantes a la libertad de expresión

El Festival oficial fue patrocinado por grandes bancos y por la embajada de los Estados Unidos entre otros. Enfrentamos varios intentos de censura desde el Festival, que quiso negar nuestra participación en la procesión debido a que teníamos un mensaje político sobre las mujeres. Simplemente decidimos caminar en su cola y desviarnos antes de enterrar el pesimismo, preservando una parte (el pesimismo intelectual) para analizar y criticar la realidad, y conservando el optimismo de nuestra voluntad de juntarnos para luchar por el cambio. El festival, y específicamente su Presidente Francisco de Asís Fernández, también quiso censurar a sus propias invitadas con la solicitud de no participación en La Franja, además de intentar prohibir declaraciones políticas desde sus tarimas. Creemos que esta actitud de Festival incidió en la cancelación de la entrevista que íbamos hacer en Primera Hora de Canal 2. Otro obstáculo que enfrentamos fue la negación, de parte de ANIDE (Asociación Nicaragüense de Escritoras) y el CNE (Centro Nicaragüense de Escritores) de entregar de forma anticipada los libros de las mujeres participantes en La Franja para su venta en nuestro espacio. Al final logramos pedirlos directamente, con el limitante que trajeron pocas copias a Granada, lo que no permitió intercambiarlos con las invitadas a la Franja.

Habíamos coordinado para hacer un recital conjunto con jóvenes, organizado por Héctor Avellán. Sin embargo nos dimos cuenta que el espacio fue promovido con el sello del gobierno y decidimos no participar, pero ir a explicar nuestra ausencia a los participantes. Héctor nos negó el micrófono con un sonrisa, diciendo únicamente “sólo poesía”, censurándonos de nuevo de la misma forma que el festival. Después de terminar un poeta joven, usamos nuestras propias voces para dar la explicación de nuestra ausencia y nos fuimos.

Finalmente, el viernes por la tarde recibimos la visita de un agente de inteligencia de la Policía Nacional, de nombre José Umaño, quien se presentó para explicarnos los peligros para las mujeres en las calles nocturnas, recordándonos de una de las mujeres asesinadas en Granada el año pasado, y entre preguntas suaves y duras, intentó incriminarnos por apoyar al aborto, conseguir el número telefónico de una de nosotras, y descubrir quien fue la argentina que denunció al gobierno, entre otras cosas. Afortunadamente pudimos defendernos sin dar mayor información que la que ya probablemente maneja la Policía Nacional sobre las nicaragüenses organizadoras.

Impacto

Consideramos que logramos el objetivo que nos planteamos. A pesar de los intentos de censura del Festival y el espacio de jóvenes del gobierno, aumentamos la presencia y visibilidad de mujeres escritoras y artistas con visiones críticas/irreverentes frente al estatus quo artístico y político, a través de un espacio autónomo paralelo al Festival Internacional de Poesía en Granada, Nicaragua.

Tuvimos un profundo intercambio y convivencia entre todas las invitadas, incluyendo el equipo organizativo, que nos movió el piso y nos emocionó muchísimo. Hicimos una evaluación que nos sacó lágrimas, risas y compromisos para el futuro.

El intercambio con las poetas invitadas al festival fue limitado por las acciones de sus organizadores. Una de las invitadas internacionales del Festival decidió no participar con nosotras debido a una carta del Festival a las poetas invitadas que solicitó la no participación en la franja (ver anexo). Le dio miedo el conflicto. Otra invitada oficial que iba a estar con nosotras no llegó del todo a Nicaragua. Sin embargo, se sumó Gabriela Argueda de Costa Rica y recibimos también el apoyo de Diana Bellesi y Verónica Zondek de Argentina quienes llegaron a ver nuestras acciones y firmaron también la declaración pública. Ana Ilce Gómez de Nicaragua también llegó a vernos en dos de los recitales.

En reconocimiento de su compromiso a la causa de las mujeres habíamos invitado a las poetas nicaragüenses: Daisy Zamora, Michele Najlis, Vidaluz Meneses y Gioconda Belli. Daisy nos respondió que le gustaba la idea pero no venía a Nicaragua esta vez. Michele nos explicó que estaba enferma y Vidaluz que estaba demasiado ocupada dentro del festival. Sin embargo expresó su solidaridad. Gioconda Belli no nos respondió.

A través de nuestro encuentro autónomo La Franja, proyectamos las obras de aproximadamente 37 escritoras y artistas feministas en los géneros de arte plástico, teatro, circo, performance, poesía, prosa y novela, además de los libros y productos artesanales y alimenticias de mujeres de Nicaragua y del continentes entero. Participaron 13 mujeres jóvenes del total de 32 mujeres entre participantes y el equipo, y pudimos ampliar nuestra redescritorasfeministas para incluir a ellas y algunos grupos nuevos, como el círculo de creación lésbica en Guatemala.

Denunciamos los atropellos a los derechos humanos y políticos de las mujeres en Nicaragua a través de nuestro trabajo de medios, los recitales y la performance entre la gente de Granada, entre poetas participantes del festival y entre jóvenes. Otro logro importante fue inaugurar una nueva forma de lucha cultural y simbólica como experiencia conjunta entre escritoras y artistas feministas con las líderes del movimiento de mujeres.

Hacia el futuro

En este momento estamos arreglando la primera instalación de las artas con el atrapasueños, los zapatos de las ausentes y la filmación de cómo se recolectaron y lo que hicimos en la performance. La primera muestras será en Matagalpa para la celebración del 8 de marzo. También esperamos hacer un libro del evento con fotos y textos.

Otra idea que se discutió era la creación de un fondo propio, como cooperativa con las contribuciones de todas. Una de las compañeras jóvenes se comprometió a dar y un taller (posiblemente en Junio/Julio de este año) sobre paginas web y blogs, además de aportar al diseño, con otra mujer joven, de una pagina interactiva para la franja y la red. Con esto se espera montar la revista la chichabruja en la web y a lo mejor hacer otra edición.

Discutimos la necesidad de desarrollar distintos proyectos editoriales en cada país, y crear zonas franjas en diferentes casas y centros culturales de mujeres (nuestras y de otras), además de crear una Casa nueva en Tegucigalpa y un negocio en Matagalpa para la venta de productos de mujeres.

Decidimos que haremos un próximo encuentro en Honduras, con menos proyección y más énfasis en el encuentro entre nosotras y el desarrollo de nuestros proyectos en común.

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