Las autoridades de facto han convertido la ciudad en una cárcel: Cientos de personas han sido detenidas y trasladadas a centros ilegales de detención, al estilo campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial.
Redacción / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Con la llegada del Presidente Manuel Zelaya, la dictadura nuevamente ha sitiado el país. Durante las últimas horas, en la capital de la República se ha desatado una masacre por parte de las fuerzas represoras del Estado contra el pueblo que se resiste a la barbarie comandada por Roberto Micheletti.
Balas contra piedras, quema de llantas contra gases lacrimógenos y voluntad contra la soberbia del usurpador ha sido la constante guerra desigual, que busca silenciar la voz de los millones de compatriotas que sólo quieren que en el país vuelva al sendero de la paz, justicia, igualdad y verdadera democracia, que fue arrebatada el 28 de junio de este año cuando el poder económico y político consumó el golpe de Estado.
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