La voz del sueño (miedo)
I
De noche se escuchan voces acalladas
a pesar
de la sequedad.
Se desvanecen las sonrisas después de la turba
me figuro el cielo azul de Tegucigalpa
callejones dolidos, suciedades,
ya nadie responde al sonido seco del campanario.
Han caído los disparos
sin piedad
Alguien grita:
¡tráganos tierra!
Acaso pueden salir de tal atolladero
Los hondureños no saben de aguas cristalinas
padecen, resisten, sobrellevan carga a carga,
sus palabras suenan a cuerpos mutilados
Alrededor de la mesa nadie se congrega
todos se culpan a la vez
el tiempo atrae nuevas pericias
nuevos malestares,
II
Me figuro el cielo azul de Tegucigalpa
el río Ulúa con mariposas ensalzadas
Sangra su tierra negruzca
ofendida en apariencia.
¿Cómo detener cada pena?
Si se siente ajena, intrusa,
desolada
Aún hiere.
Elisa Buch
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