Fuente: http://www.elnuevoherald.com/noticias/ultimas-noticias/story/550426.html
Por Servicios de El Nuevo Herald
NUEVA YORK
El presidente derrocado de Honduras, Manuel Zelaya, calificó de "totalmente positiva'' la decisión de los países de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Unión Europea (UE) de hacer volver a sus embajadores a Honduras, de donde salieron tras el golpe del 28 de junio.
''Me parece que (los países de la OEA y la UE) están realmente de acuerdo con la realidad que está viviendo Honduras y esto nos va a permitir a meter más presión interna'', dijo Zelaya en declaraciones a Efe vía telefónica.
''Ellos pueden ser fieles testigos de mis esfuerzos por el diálogo y que vengan realmente conmigo aquí a la embajada de Brasil a acompañarme'', indicó el presidente desde la sede diplomática, donde se encuentra desde el pasado lunes, cuando regresó a Honduras por sorpresa.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, anunciaron la decisión del regreso de los embajadores y el envío de una misión de cancilleres americanos a Tegucigalpa para poner en marcha una mesa de negociación que dé salida a la crisis.
Lo importante ahora es evitar "el desbordamiento en la embajada de Brasil'', declaró Moratinos.
"La situación es de enorme gravedad y queremos enviar un mensaje muy claro a las autoridades de facto de Honduras de que la comunidad internacional estará detrás del gobierno de Brasil, de la embajada, de la protección, de la seguridad, de la integrad'', dijo.
Todos decidieron atender la petición del gobierno constitucional hondureño, que pidió el regreso de los embajadores una vez que Zelaya se encuentra de nuevo en el país, con el objetivo de apoyar "sobre el terreno'' esa mesa de diálogo.
Zelaya agregó que los embajadores pueden, también, "manifestar que no reconocen al régimen'' de Roberto Micheletti y "que el presidente está prisionero en una embajada rodeado por los militares''.
''Vengo a hablar de diálogo pero no me dejan hablar, no me dejan comunicarme, reprimen al pueblo y me rodean para que no hable con nadie, me parece que no hay ninguna intención de diálogo de parte de los golpistas'', indicó el presidente derrocado, al señalar que los militares impidieron hoy el paso a familiares suyos.
Zelaya evitó especular sobre el tiempo que se mantendrá en la embajada ni sobre otros escenarios posibles, y no reveló si se moverá hacia otra sede diplomática en la capital hondureña, como se ha especulado en las últimas horas.
''No sabemos cómo se pueden arreglar las cosas, se pueden prolongar'', dijo.
Mientras, la convulsión en Tegucigalpa crecía tras registrarse la muerte de un adolescente, saqueos a negocios y disturbios, algunos cometidos durante la vigencia de un toque de queda. Según la policía, al menos dos hombres han muerto.
El portavoz de la Policía Nacional, Orlin Cerrato, dijo a medios locales que un hombre murió este miércoles en un hospital del Instituto Hondureño de Seguridad Social, tras resultar herido la noche del martes en un enfrentamiento con agentes antimotines en Tegucigalpa.
El otro muerto es un activista del movimiento de resistencia contra el golpe de Estado que participaba una protesta en un sector de barriadas de la capital, dijo Cerrato, que indicó que desconocía cómo murió.
"No sabemos cómo perdió la vida esta persona. Estamos investigando las razones. No se sabe si fue atropello o qué tipo de acción pasó'', dijo.
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