jueves, 2 de julio de 2009

La materialización de los temores de Micheletti


La historia en Honduras parece increíble. El presidente Jose Manuel Zelaya sacado en la madrugada de su casa por hombres armados, quienes se lo llevan en un avión hasta Costa Rica. Más lamentable todo lo que sucede después. Bloqueo de medios, la lectura de una supuesta carta de renuncia, la investidura de Roberto Micheletti como nuevo Presidente, la posterior puesta en duda de la carta y la lectura pública del documento donde se despide a Zelaya por sus faltas, ya cuando hacía minutos lo que se pensaba era que había renunciado. Luego, la violencia en las calles y la desinformación que reina en Honduras desde el domingo.

La conferencia de prensa en Costa Rica dibujó el camino tomado por la diplomacia internacional; el Golpe de Estado visto como inadmisible y el reconocimiento de Zelaya como presidente legítimo. Las declaraciones de los países fueron apareciendo, y uno a uno, repudiaban lo que los opositores a Zelaya llamaron “sucesión constitucional”. La resolución de la OEA y de la ONU materializó la idea de que Micheletti no encontró apoyo político en el exterior y, con el bloqueo comercial, terminó de confirmarse el mensaje de su ilegitimidad como presidente hondureño.

Más allá de las consideraciones de si Zelaya irrespetó o no la Constitución Política, la actuación del ejército hondureño y la cúpula política que impulsó la expulsión violenta del presidente, evidencian que no se actuó en concordancia a todo lo que argumentaron para realizar su expulsión. Si el presidente actuó mal, en disconformidad con la ley, debió haberse llevado a los tribunales y no a un avión. Si Zelaya cometió delito, debió juzgársele en la Corte y no llevado por soldados en la madrugada a otro país. Las actuaciones del ejército y de quienes dicen defender la democracia, fueron mucho más severas que todo cuanto temieron que Zelaya implementara si proseguía con sus políticas “chavistas” como ellos llaman.

Las contradicciones en el secuestro apenas fueron el arranque de lo que Micheletti juró defender al país contra Zelaya. El bloqueo informativo, la represión brutal en las calles y la detención de periodistas son las manifestaciones más representativas de un régimen que no es precisamente digno de llamarse democrático. La implantación del toque de queda fue su total confirmación: Micheletti actuaba justo de la forma que anunció haría Zelaya en el peor de los escenarios. Micheletti se convirtió en la amenaza que temieron de Zelaya y la materializó irónicamente al fomentar una salida violenta y antidemocrática.

La reacción de Micheletti ante el ultimátum que la OEA le envía para que entregue el gobierno, demuestra claramente su incapacidad de gobernar. La limitación más rigurosa de libertades convierte a Michelletti en el personaje que los hondureños temieron que se convertiría Zelaya. Toda una contradicción, que de seguro generará un aumento de la desconfianza de parte de la población.

Las heridas que resultarán de este Golpe de Estado son muy profundas y nadie sabe si algún día sanarán. La democracia ha sido golpeada, en una coyuntura donde de haberse hecho correctamente las cosas, más bien se hubiese fortalecido.

Como costarricense, además de repudiar al máximo lo acontecido en Honduras y de estar sumamente dolido por el sufrimiento y la zozobra que viven los hermanos hondureños por todo esto, me siento además muy triste por haber escuchado y leído opiniones de ticos y ticas que defienden una sucesión de este tipo, solo por ser el depuesto, alguien de izquierda. Una democracia se defiende con democracia, y si Oscar Arias no es santo de mi devoción nunca estaré de acuerdo que lo secuestren y lo lleven al extranjero en un avión. Escuchar y leer a ticos manifestar que estuvo bien el Golpe de Estado es realmente preocupante, máxime si se trata de personas que han nacido en un país como el nuestro, donde no hay ejército. Me hace pensar que estas personas desearían echar para atrás en la decisión de don Pepe e iniciar un ejército para “poner orden”, cuando haya que hacerlo

Fuente: http://www.jaguardelplatanar.com/2009/07/01/crisis-en-honduras-materializacion-de-los-temores-de-micheletti/

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